lunes, 20 de septiembre de 2010

"Me llegaba el agua hasta las rodillas"

«Lo peor fueron las tres o cuatro horas sin que viniera nadie», señala Gregorio Barra. Este hombre vive con su esposa en la calle Arapiles, en San Blas, una de las más afectadas por la tormenta del jueves. Se queja de la falta de asistencia de las fuerzas de seguridad y del tiempo que tuvo que pasar mojado, hasta que llegó su hijo. «Me están dando quimioterapia y estuve sentado con el agua que me llegaba hasta las rodillas».
Ayer este domicilio intentaba recuperar la calma tras la difícil noche. Con los muebles esparcidos por el pasillo ya habían logrado limpiar el agua que entró durante este inesperado e insólito temporal.
 
Gregorio Barras pasó varias horas mojado.

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